El mundo de la competición automovilística y motociclista representa la máxima expresión de la ingeniería, la tecnología y el talento humano. Los Grandes Premios se han convertido en espectáculos globales que atraen a millones de aficionados, tanto en circuitos como frente a pantallas. Estas competiciones representan mucho más que simples carreras; son el escenario donde la innovación tecnológica, la estrategia y la habilidad se combinan para ofrecer momentos de tensión, emoción y gloria deportiva. Desde el rugir de los motores V12 de antaño hasta los sofisticados sistemas híbridos actuales, cada Gran Premio es testimonio de la constante evolución del deporte motor y su capacidad para adaptarse a los tiempos y desafíos contemporáneos.

Historia y evolución de los grandes premios de fórmula 1

La historia de la Fórmula 1 comienza oficialmente en 1950 con el primer Campeonato Mundial en Silverstone, aunque las carreras de Grand Prix existían desde principios del siglo XX. A lo largo de siete décadas, este deporte ha evolucionado drásticamente desde sus orígenes relativamente sencillos hasta convertirse en una compleja disciplina donde cada milésima de segundo puede determinar la diferencia entre la victoria y la derrota. Los cambios reglamentarios han moldeado constantemente este deporte, impulsando innovaciones tecnológicas que posteriormente han encontrado aplicación en los automóviles de calle.

Durante los años 50, equipos como Ferrari, Alfa Romeo y Maserati dominaban con motores frontales y neumáticos de perfil alto. La revolución llegó en los 60 con los monoplazas de motor central-trasero de Cooper y Lotus, que transformaron para siempre el diseño de los coches de competición. Los años 70 trajeron la aerodinámica moderna con los alerones y el efecto suelo, mientras que en los 80 se vivió la explosiva era de los turbos, con motores que superaban los 1.000 caballos de potencia en clasificación.

La Fórmula 1 no solo refleja la evolución de la tecnología automovilística, sino que a menudo la impulsa. Cada década ha traído innovaciones revolucionarias que han redefinido los límites de lo posible en ingeniería de competición.

Del circuit de mónaco al circuito urbano de jeddah: transformación de trazados icónicos

Los circuitos han sido testigos silenciosos de esta evolución. Desde las sinuosas calles de Mónaco, presente en el calendario desde 1950, hasta el moderno y ultrarrápido circuito urbano de Jeddah en Arabia Saudí, los trazados reflejan las diferentes épocas y filosofías del deporte. Mónaco permanece prácticamente idéntico a como era en los primeros años de la competición, representando la tradición y las raíces del automovilismo, mientras que circuitos como Jeddah simbolizan la expansión global y la modernización del deporte.

La seguridad ha sido un factor decisivo en la evolución de los circuitos. Tras accidentes fatales en los años 60 y 70, pistas legendarias como Nürburgring Nordschleife o Spa-Francorchamps fueron modificadas o reemplazadas por alternativas más seguras. Las barreras TECPRO, amplias zonas de escape asfaltadas y sistemas avanzados de análisis de impactos son ahora estándares en todos los circuitos homologados para Fórmula 1.

Juan manuel fangio a lewis hamilton: leyendas que definieron cada era

Cada época de la Fórmula 1 ha estado marcada por figuras legendarias que elevaron el deporte a nuevas alturas. Juan Manuel Fangio, con sus cinco títulos mundiales en los años 50, estableció el primer gran referente de excelencia. Su capacidad para adaptarse a diferentes coches y condiciones le valió el apodo de "El Maestro". En los 60, Jim Clark deslumbró con su estilo fluido y natural, mientras que Jackie Stewart combinó velocidad con una férrea defensa de la seguridad que transformó el deporte.

Los años 70 vieron la batalla entre Niki Lauda y James Hunt, inmortalizada en el cine. La década de los 80 quedó definida por la intensa rivalidad entre Alain Prost y Ayrton Senna, quizás la más emblemática en la historia del deporte. Ya en los 90 y 2000, Michael Schumacher redefinió los límites del éxito con siete títulos mundiales, antes de que Lewis Hamilton igualara y superara muchos de sus récords, convirtiéndose en el piloto más laureado de la historia con sus siete campeonatos mundiales y más de 100 victorias en Grandes Premios.

Avances técnicos revolucionarios: del motor atmosférico al turbo híbrido V6

La evolución técnica de la Fórmula 1 refleja la constante búsqueda de rendimiento y la adaptación a nuevos retos y regulaciones. Los primeros motores eran V8, V12 o incluso V16 atmosféricos, que fueron evolucionando hacia motores V8 y V10 de cada vez mayor régimen de giro. La era turbo de los 80 fue especialmente explosiva, con motores de 1.5 litros capaces de desarrollar más de 1.500 CV en clasificación, antes de ser prohibidos por motivos de seguridad.

Después de décadas de motores atmosféricos V10 y V8, en 2014 la F1 dio un giro radical hacia la sostenibilidad con la introducción de las unidades de potencia turbo híbridas V6 de 1.6 litros. Estos complejos sistemas combinan un motor de combustión interna con sistemas de recuperación de energía cinética (MGU-K) y térmica (MGU-H), ofreciendo una eficiencia sin precedentes. Un motor moderno de F1 supera el 50% de eficiencia térmica, una cifra inalcanzable para los motores convencionales.

La aerodinámica ha experimentado una evolución igualmente dramática. Desde la introducción del primer alerón por Lotus en 1968, pasando por el efecto suelo de finales de los 70, hasta los complejos sistemas de flujo de aire actuales con múltiples elementos aerodinámicos. El reciente regreso del efecto suelo en 2022 ha supuesto un nuevo paradigma aerodinámico, priorizando la generación de carga aerodinámica desde el suelo del monoplaza.

Circuito del jarama y fernando alonso: la huella española en la F1

España tiene un lugar destacado en la historia de la Fórmula 1. El Circuito del Jarama, cerca de Madrid, acogió el Gran Premio de España entre 1968 y 1981 de manera intermitente, siendo testigo de memorables duelos entre pilotos como Jackie Stewart, Niki Lauda o Gilles Villeneuve, quien logró una legendaria victoria en 1981 manteniendo a raya a un tren de cinco coches más rápidos durante la segunda mitad de la carrera.

Posteriormente, el Circuito de Catalunya en Montmeló, inaugurado en 1991, ha sido la sede permanente del Gran Premio de España desde 1991, convirtiéndose en uno de los trazados más conocidos por equipos y pilotos, ya que también alberga tradicionalmente los test de pretemporada.

Fernando Alonso representa el mayor éxito del automovilismo español en la Fórmula 1. Con sus dos títulos mundiales consecutivos en 2005 y 2006 con Renault, rompió la hegemonía de Michael Schumacher y se convirtió en el piloto más joven en ganar un Mundial hasta ese momento. Su excepcional talento, especialmente en condiciones difíciles, y su longevidad competitiva le han convertido en una leyenda viva del deporte, manteniendo su competitividad incluso más allá de los 40 años en su actual etapa con Aston Martin.

Anatomía tecnológica de los monoplazas actuales

Los monoplazas modernos de Fórmula 1 representan el pináculo de la ingeniería automovilística. Cada coche es una obra maestra de diseño y tecnología, con más de 14.000 componentes fabricados con precisión milimétrica. La construcción de un solo monoplaza puede costar más de 15 millones de euros, sin incluir el coste de desarrollo, que multiplica varias veces esta cifra. Más allá de su impresionante estética, cada elemento tiene una función específica meticulosamente calculada.

El chasis monocasco de fibra de carbono representa el núcleo estructural del vehículo, ofreciendo una excepcional relación resistencia-peso y una protección vital para el piloto. La célula de supervivencia debe superar rigurosos test de impacto antes de ser homologada. Alrededor de este elemento central se organizan todos los sistemas del coche: motor, transmisión, suspensión, sistemas de refrigeración y la compleja aerodinámica.

Sistema DRS y efecto suelo: aerodinámica moderna explicada

La aerodinámica constituye el aspecto más sofisticado y determinante en el rendimiento de un Fórmula 1 actual. Los equipos invierten miles de horas en túneles de viento y simulaciones Computational Fluid Dynamics (CFD) para optimizar cada milímetro de la carrocería. El objetivo principal es generar carga aerodinámica (downforce) con la mínima resistencia al avance (drag) posible.

El sistema DRS ( Drag Reduction System ) fue introducido en 2011 para facilitar los adelantamientos. Permite al piloto perseguidor abrir una sección del alerón trasero en determinadas zonas del circuito, reduciendo la resistencia aerodinámica y aumentando la velocidad punta. Este sistema solo puede activarse cuando el piloto se encuentra a menos de un segundo del coche precedente y exclusivamente en zonas designadas.

El regreso del efecto suelo con la normativa de 2022 ha revolucionado el diseño aerodinámico. Los nuevos coches utilizan dos túneles en la parte inferior para acelerar el flujo de aire, creando una zona de baja presión que "succiona" el coche contra el asfalto. Esta filosofía permite generar carga aerodinámica con menor dependencia de elementos superiores como alerones, reduciendo las turbulencias para el coche seguidor y facilitando teóricamente los adelantamientos.

Unidades de potencia Mercedes-AMG F1 M13: rendimiento y eficiencia

Las actuales unidades de potencia híbridas representan un prodigio de ingeniería, combinando un motor de combustión interna turboalimentado de 1.6 litros V6 con sistemas de recuperación de energía. El motor Mercedes-AMG F1 M13 utilizado desde 2022 es un ejemplo perfecto de esta tecnología, alcanzando cerca de 1.000 CV de potencia total con una eficiencia térmica superior al 50%, algo inimaginable hace una década.

El sistema híbrido se compone principalmente de dos unidades: el MGU-K ( Motor Generator Unit-Kinetic ), que recupera energía cinética durante la frenada y puede aportar hasta 160 CV adicionales en aceleración, y el MGU-H ( Motor Generator Unit-Heat ), que aprovecha la energía térmica de los gases de escape para generar electricidad o eliminar el turbo-lag. Toda esta energía se almacena en una batería de ion-litio con una capacidad de 4kWh.

Los motores actuales funcionan con combustible E10 (10% etanol), como parte del compromiso de la F1 con la sostenibilidad. Para 2026, está prevista una nueva generación de motores que mantendrá la arquitectura V6 turbo pero eliminará el complejo MGU-H, aumentará la potencia eléctrica y utilizará combustibles 100% sostenibles.

Compuestos pirelli P zero: estrategias de neumáticos para cada circuito

Los neumáticos Pirelli P Zero son componentes críticos en el rendimiento de un Fórmula 1, representando el único punto de contacto entre el monoplaza y el asfalto. Desde 2011, Pirelli es el proveedor único de neumáticos para la F1, desarrollando gamas específicas que se adaptan a los constantes cambios reglamentarios. Actualmente, la gama seca (slicks) se compone de cinco compuestos diferentes, identificados con colores: C1 (blanco, el más duro), C2 (amarillo), C3 (rojo), C4 (verde) y C5 (rosa, el más blando).

CompuestoColorCaracterísticasCircuitos típicos
C1BlancoMáxima duración, menor agarreSilverstone, Barcelona
C3RojoEquilibrio entre rendimiento y duraciónMonza, Spa
C5RosaMáximo agarre, mínima duraciónMónaco, Singapur

Para cada Gran Premio, Pirelli selecciona tres compuestos consecutivos de su gama, adaptándose a las características del circuito. Las estrategias de neumáticos se han convertido en un elemento fundamental de la competición, pudiendo determinar el resultado de una carrera. Los equipos deben encontrar el equilibrio perfecto entre rendimiento puro (compuestos más blandos) y durabilidad (compuestos más duros), considerando factores como temperatura del asfalto, carga de combustible y estilo de conducción.

Telemetría y análisis de datos: el trabajo invisible detrás del pilotaje

Un monoplaza moderno es una sofisticada plataforma de recopilación de datos. Más de 300 sensores distribuidos por todo el vehículo envían información en tiempo real a los ingenieros en el muro de boxes. Estos datos cubren prácticamente todos los aspectos del funcionamiento del coche: temperaturas de componentes críticos, presiones hidráulicas, desgaste de neumáticos, consumo de combustible, aceleraciones g en diferentes ejes, posiciones exactas de alerones móviles y mucho más.

Durante un fin de semana de Gran Premio típico, cada coche genera más de 1.5 terabytes

de datos durante un fin de semana de Gran Premio típico, cada coche genera más de 1.5 terabytes de información. Estos datos son analizados en tiempo real por ingenieros en el circuito y, simultáneamente, transmitidos a las fábricas de los equipos, donde potentes superordenadores procesan la información para optimizar la configuración del coche y las estrategias de carrera.

La telemetría moderna permite el seguimiento de variables imposibles de detectar para el piloto, como temperaturas puntuales en diferentes zonas de los neumáticos o pequeñas variaciones en la presión aerodinámica. Los equipos utilizan estos datos no solo para monitorizar el rendimiento del vehículo, sino también para analizar el estilo de conducción del piloto, identificando áreas de mejora sector por sector, curva por curva.

El análisis de datos se ha convertido en un factor tan determinante que algunos equipos emplean más ingenieros dedicados a esta tarea que al diseño físico del coche. La correlación entre los datos de simulador, túnel de viento y comportamiento real en pista es fundamental para el desarrollo del monoplaza a lo largo de la temporada, pudiendo suponer la diferencia entre luchar por podios o quedar relegado a mitad de parrilla.

Grandes premios emblemáticos del calendario mundial

El calendario de la Fórmula 1 abarca actualmente más de 20 Grandes Premios distribuidos por cinco continentes, cada uno con características únicas que ponen a prueba diferentes aspectos del conjunto coche-piloto. Desde circuitos de alta velocidad como Monza, conocida como "El Templo de la Velocidad", hasta trazados urbanos técnicos como Singapur, el campeonato ofrece una diversidad de desafíos que exige máxima versatilidad a equipos y pilotos.

Algunos Grandes Premios han alcanzado estatus legendario por su historia, características técnicas o el ambiente que los rodea. Monaco representa la tradición y el glamour desde 1950, mientras que Silverstone encarna el espíritu más puro del automovilismo británico. Spa-Francorchamps en Bélgica destaca por su imponente trazado entre las colinas de las Ardenas, y Suzuka en Japón es venerada por los pilotos como uno de los circuitos más técnicos y gratificantes.

Gran premio de España en montmeló: características técnicas y retos

El Circuit de Barcelona-Catalunya en Montmeló ha sido la sede del Gran Premio de España desde 1991, consolidándose como uno de los trazados más completos y equilibrados del calendario. Con sus 4,675 km de longitud y 16 curvas, este circuito se caracteriza por combinar largas rectas, curvas de alta velocidad y secciones técnicas que ponen a prueba todos los aspectos del monoplaza.

La exigente curva 3, una larga derecha en subida tomada a alta velocidad, representa uno de los mayores desafíos aerodinámicos del mundial. El último sector, con sus curvas lentas y chicanes, evalúa la tracción mecánica y el equilibrio del coche. Esta combinación de características convierte a Montmeló en el circuito de referencia para evaluar el rendimiento global de los monoplazas, razón por la cual tradicionalmente ha acogido los test de pretemporada.

El clima mediterráneo añade un factor adicional de complejidad, con temperaturas que pueden variar significativamente durante el fin de semana y vientos cambiantes que afectan al comportamiento aerodinámico. La gestión de neumáticos resulta particularmente crítica en este trazado, donde el desgaste suele ser elevado debido a las largas curvas de alta velocidad que generan altas temperaturas en las gomas.

Circuito de Mónaco: navegando las curvas del portier y la rascasse

El Gran Premio de Mónaco representa la esencia más clásica y glamurosa de la Fórmula 1. Celebrado desde 1929, este circuito urbano de 3,337 km trazado en las calles del Principado es el más lento y técnico del calendario, pero también el más prestigioso de ganar. Las estrechas calles, los guardarraíles a centímetros de los coches y la casi imposibilidad de adelantar convierten esta carrera en un ejercicio de precisión absoluta donde el más mínimo error resulta fatal.

El trazado incluye algunas de las curvas más emblemáticas del automovilismo. El Portier, una curva cerrada a la derecha que precede al túnel, exige máxima precisión ya que cualquier error compromete la velocidad en la única recta significativa del circuito. La Rascasse, cerca del final del trazado, es una curva de 90 grados a la derecha extremadamente lenta donde los pilotos deben buscar el milimétrico punto de frenada perfecto junto a las barreras.

Mónaco no es solo una carrera, es una prueba de temple y precisión. Aquí no gana necesariamente el coche más rápido, sino el piloto que comete menos errores durante 78 vueltas al límite absoluto. — Ayrton Senna

La clasificación en Mónaco adquiere una importancia crítica, a menudo determinando el resultado de la carrera debido a la dificultad para adelantar. Los sábados en el Principado suelen ofrecer algunas de las vueltas más intensas del año, con los pilotos rozando las barreras en busca de milésimas decisivas. La configuración de los monoplazas es específica para este circuito, con niveles máximos de carga aerodinámica y la suspensión más blanda posible para absorber los baches del trazado urbano.

Spa-francorchamps y su legendaria eau rouge: desafío de alta velocidad

El circuito de Spa-Francorchamps en Bélgica es ampliamente considerado por pilotos y aficionados como uno de los trazados más espectaculares y desafiantes del mundo. Con 7,004 km, es el circuito más largo del calendario actual, serpenteando a través de las colinas boscosas de las Ardenas. Su combinación de largas rectas y curvas de alta velocidad lo convierten en un verdadero test de coraje para los pilotos y de potencia pura para los monoplazas.

El punto culminante del circuito es sin duda la secuencia Eau Rouge-Raidillon, posiblemente el tramo más emblemático de todo el mundial de Fórmula 1. Esta combinación de curvas ascendentes tomadas a más de 300 km/h genera fuerzas G laterales y verticales extremas. Los pilotos experimentan una compresión inicial seguida de una sensación de ingravidez al coronar la cima, mientras el coche pierde momentáneamente contacto con el asfalto antes de estabilizarse para la larga recta de Kemmel.

El clima en las Ardenas belgas es notoriamente impredecible, pudiendo llover en una parte del circuito mientras otra permanece seca. Esta característica ha sido el escenario de algunas de las remontadas más espectaculares de la historia, como la de Michael Schumacher en 1995, cuando desde la 16ª posición logró la victoria en condiciones cambiantes, demostrando una excepcional lectura de las condiciones y una habilidad sobrenatural sobre asfalto mojado.

Suzuka y el sector 1: la prueba definitiva de pilotaje técnico

El circuito de Suzuka, diseñado originalmente como pista de pruebas por Honda, es venerado por los pilotos como uno de los trazados más técnicos y gratificantes para conducir. Su configuración única en forma de "8", con un paso elevado que cruza por encima de otro tramo del circuito, lo convierte en el único trazado del calendario con esta característica. Los 5,807 km de Suzuka combinan curvas rápidas, secciones técnicas y largas rectas que exigen absoluta precisión y compromiso.

El primer sector de Suzuka está considerado como la prueba definitiva de habilidad técnica para un piloto de Fórmula 1. Comienza con la desafiante curva 1 seguida inmediatamente por la "S" de Suzuka, una serie de cinco curvas consecutivas de izquierda-derecha que deben abordarse como una secuencia fluida. Aquí, la precisión en la colocación del coche es crítica, ya que cada error en una curva compromete la trayectoria óptima para las siguientes, creando un efecto dominó que puede costar varias décimas de segundo.

La historia de Suzuka está indisolublemente ligada a definiciones de campeonatos mundiales, especialmente durante la era de la intensa rivalidad entre Ayrton Senna y Alain Prost, que alcanzó su clímax con sus controvertidos incidentes en 1989 y 1990. El circuito japonés también fue escenario de la dramática definición del mundial 2000, cuando Michael Schumacher aseguró su primer título con Ferrari, rompiendo una sequía de 21 años para la escudería italiana.

Motogp: la otra cara de los grandes premios de motor

Mientras la Fórmula 1 representa la cúspide de la competición automovilística, MotoGP ocupa ese mismo lugar en el mundo de las dos ruedas. Con máquinas capaces de superar los 350 km/h, potencias que exceden los 280 CV y pesos inferiores a 160 kg, las motos de MotoGP representan la vanguardia tecnológica del motociclismo. Sin embargo, a diferencia de la F1, el piloto tiene una influencia mucho mayor en el rendimiento, con su posición corporal y distribución de peso jugando un papel crucial en el comportamiento de la moto.

El Campeonato del Mundo de MotoGP abarca aproximadamente 20 Grandes Premios en cuatro continentes, combinando circuitos históricos como Assen (conocido como "La Catedral") con modernas instalaciones como Buriram en Tailandia. La competición se estructura en tres categorías: MotoGP (la clase reina), Moto2 (categoría intermedia) y Moto3 (categoría de acceso), formando una pirámide que permite la progresión de jóvenes talentos hasta el máximo nivel.

Circuito de Jerez y su impacto en el motociclismo español

El Circuito de Jerez-Ángel Nieto, inaugurado en 1985, ha sido el epicentro del auge del motociclismo español en las últimas décadas. Desde que acogiera por primera vez el Gran Premio de España en 1987, este trazado andaluz se ha convertido en un símbolo nacional del motociclismo y en una de las citas más esperadas del calendario mundial. Su combinación de curvas rápidas y técnicas, en un trazado de 4,423 km con desniveles naturales, lo hace especialmente exigente y espectacular.

La curva 6, bautizada como "Curva Sito Pons", y especialmente la curva 13, renombrada como "Curva Jorge Lorenzo", se encuentran entre los puntos más emblemáticos del circuito. La última, una cerrada curva a derechas que precede a la recta de meta, ha sido escenario de numerosos adelantamientos decisivos en la última vuelta, algunos tan memorables como el de Valentino Rossi a Jorge Lorenzo en 2016.

El fenómeno sociológico que representa el Gran Premio de España en Jerez trasciende lo puramente deportivo. Cada año, más de 200.000 aficionados convierten la ciudad en una fiesta del motociclismo durante todo el fin de semana. Las gradas de "Dry Sac" y "Pelouse" son famosas por su ambiente excepcional, donde el color, la pasión y el entusiasmo crean una atmósfera única que ha servido de inspiración para generaciones de pilotos españoles, desde Álex Crivillé hasta Marc Márquez, pasando por Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa.

Ducati desmosedici GP23 vs Honda RC213V: batalla tecnológica sobre dos ruedas

La competición tecnológica entre fabricantes constituye uno de los aspectos más fascinantes de MotoGP. La Ducati Desmosedici GP23 y la Honda RC213V representan dos filosofías diferentes dentro de la categoría reina, cada una con fortalezas y debilidades características que reflejan las prioridades de diseño de sus respectivos fabricantes.

La Ducati Desmosedici destaca por su potencia bruta y velocidad punta, gracias a su motor V4 de 90° que desarrolla aproximadamente 290 CV. Esta configuración proporciona una extraordinaria estabilidad en rectas y frenadas, donde las Ducati suelen ser imbatibles. La marca italiana ha revolucionado la aerodinámica en MotoGP con innovaciones como las alas laterales (winglets) y los dispositivos de altura variable, que modifican la geometría de la moto para optimizar aceleraciones y frenadas. Su punto débil tradicionalmente ha sido el paso por curva, aunque las últimas evoluciones han reducido significativamente esta desventaja.

Por su parte, la Honda RC213V con su motor V4 a 90° ha sido históricamente reconocida por su excepcional equilibrio y manejabilidad. La filosofía de Honda prioriza una moto versátil y equilibrada, capaz de adaptarse a diferentes estilos de pilotaje y condiciones de pista. Su sistema de control electrónico, desarrollado internamente, está considerado como uno de los más refinados. Sin embargo, en las últimas temporadas, Honda ha enfrentado dificultades para adaptarse a los nuevos neumáticos y regulaciones aerodinámicas, perdiendo la ventaja competitiva que mantuvo durante la era dominante de Marc Márquez.

Marc Márquez y Valentino Rossi: rivalidades que transformaron el deporte

La historia de MotoGP está marcada por intensas rivalidades que han elevado el perfil del campeonato y capturado la imaginación del público. La confrontación entre Marc Márquez y Valentino Rossi representa uno de esos duelos épicos que transcendió lo deportivo para convertirse en un fenómeno cultural, dividiendo a aficionados y transformando la narrativa del campeonato durante varios años.

Valentino Rossi, con nueve títulos mundiales y una carrera que abarca más de 25 años, revolucionó el motociclismo con su carismática personalidad y espectacular estilo de pilotaje. "Il Dottore" elevó el perfil mediático de MotoGP y construyó un legado inigualable como embajador del deporte. Marc Márquez irrumpió en la categoría reina en 2013, ganando el título en su temporada debut con un estilo agresivo y espectacular que redefinió los límites del pilotaje moderno. Sus salvadas imposibles y su capacidad para extraer rendimiento en condiciones límite establecieron nuevos parámetros de lo posible sobre una moto de competición.